Mi visita al dentista teniendo Hiperacusia y Tinnitus





Después de cerca de 11 años de no visitar a un dentista, 9 de los cuales debido a mi excesiva sensibilidad auditiva, en los días pasados me vi forzado a hacerlo pues la amalgama que tenía en un molar (o muela) superior, se había roto dejando su interior totalmente expuesto y causándome mucha molestia al masticar. También sabía que la toxicidad de la amalgama (debido al mercurio), podía presentarse  justamente cuando aquella se rompía o desarmaba.

El mayor problema para ir al odontólogo siempre había sido el tener que enfrentarme al intenso y agudo sonido del torno (esa especie de taladro pequeño), que se suele utilizar en los trabajos dentales, y que en este caso del retiro de la amalgama, era inevitable, pues no solo se tenía que extraer los restos del metal sino también pulir el diente y el nuevo material una vez ya colocado.  

Tuve una primera cita con la odontóloga donde le informé cuál era mi situación auditiva y cuál era también mi preocupación respecto al ruido del torno. Ante esta explicación la Dra. se inquietó y preocupó mucho y me sugirió que antes de proceder a realizar el procedimiento habitual (utilizando el torno), averiguara y confirmara otras opciones, como el uso de láser que yo ya le había comentado desde un inicio. En los días siguientes eso fue lo que hice, y encontré que en los pocos lugares donde contaban con el equipo respectivo, no utilizaban el láser para retirar un material tan duro como la amalgama, sino para otros fines.

Ante esta situación, regresé donde la Dra. y entonces quedamos en que se haría por el método común, pero llevándolo a cabo por intervalos de tiempo cortos, y si era necesario, en sesiones de veinte a treinta minutos por cada cita.

Llegado el día, me sentía bastante preocupado no solo por el hecho de que iba a tener que soportar el intenso sonido del torno, sino también porque debería permanecer sin tapones durante la exposición, pues según había leído, no era conveniente llevarlos puestos, ya que al transmitirse el ruido y la vibración vía ósea, ambos podrían quedar atrapados internamente y generar mayor molestia. Lo único que podía utilizar en todo caso, era solo orejeras.

Antes de comenzar, la Dra. me hizo escuchar el sonido del torno a cierta distancia, para que tenga una idea previa de cuál era su intensidad y característica. Tal como lo esperaba, resultó bien agudo y fuerte.

Sin embargo una vez que comenzó con el trabajo de retirar la amalgama, estando ya el torno dentro de mi boca, sorprendentemente el sonido disminuyó en su intensidad, y dejó de ser tan molesto. Al parecer, el hecho que el torno estuviera dentro de la boca contribuía a atenuar su volumen. Lo que más bien se escuchaba fuerte, al punto que tapaba al ruido del torno, era el sonido chirriante del choque y roce de la piedra (especie de broca) del torno, con la amalgama. Este sonido si llegó a ser un poco molesto, pero medianamente tolerable debido a que era algo grave. Eso sí, la vibración ósea que acompañaba a este sonido contribuía a aumentar la molestia.

El retiro de la amalgama se llevó a cabo por períodos de 40 segundos aprox., con reposos de 50 segundos. Este procedimiento alternado se repitió varias veces (unas 5 por lo menos), hasta que llegó un momento en que ese sonido del roce del torno con la amalgama me comenzó a producir cierto dolor en los oídos, especialmente en el izquierdo que es el más afectado en general. Ante esto le pedí a la Dra. suspender la sesión y continuar la próxima semana.

Felizmente, luego de salir del consultorio, el dolor a los oídos se fue disipando durante el día, y no volvió a aparecer después.

La siguiente semana, se reanudó el trabajo dental procediéndose a retirar algunos restos de amalgama que habían quedado, y para lo cual se repitió el procedimiento anterior pero en solo 2 ocasiones. Tras el retiro total de la amalgama, la Dra. la reemplazó con resina. Luego de aplicarla utilizó la pistola de luz halógena para endurecerla. Esta pistola también producía un ruido grave proveniente de su ventilador, pero era igualmente tolerable. Como este ruido provenía principalmente del exterior, me resultó más efectivo en este caso, utilizar tapones para atenuarlo. Las orejeras más bien no me sirvieron mucho, porque hacían que la vibración interna producida por el contacto de la pistola con la resina de la muela, retumbara más al interior de ellas.

Una vez endurecida la resina, la Dra. tuvo que utilizar nuevamente el torno para pulirla y dejarla al nivel de las demás muelas y dientes, de tal manera que no me incomodara al masticar. El material que utilizó como broca, fue primero la piedra, pero luego cambió a la fresa (metal), para poder avanzar más rápidamente. Aquí se siguió el mismo procedimiento anterior (40 s. de torno, 50 s. de reposo), por 3 veces, luego de lo cual el trabajo dental quedó concluido. En esta oportunidad no llegué a sentir ningún dolor en los oídos como en la sesión anterior, ni tampoco apareció en los días posteriores, ninguna molestia o cambio en relación a la hiperacusia o el tinnitus.

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me alegro, pero yo lo probé y estuve con vértigo una semana después sin casi poder andar....
Cuarto Mundo ha dicho que…
Sí pues, depende mucho del estado de cada persona.
Anónimo ha dicho que…
En primer lugar gracias por tu blog que es un refugio para los que andamos a cuestas con tinnitus/acúfenos (ya llevo unos diez años).
Quería comentarte que la anestesia odontologica se ha relacionado con el tinnitus, es inevitable usarla pero es un aspecto a tener en cuenta, sobre todo si tienes muchas intervenciones en la boca. Hay literatura al respecto, aunque no se ha establecido con seguridad relación causa-efecto, lo comento porque me parece que cualquier aportación es positivo conocerla. Personalmente he tenido muchas intervenciones (entre cien y ciento cincuenta, la horquilla es amplia pero es que llevo años con una boca lamentable ) odontologicas, y aunque no creo que sea el origen, tampoco puedo asegurar lo contrario. Seguro que es un factor más.
Un saludo y gracias otra vez por tu blog
Cuarto Mundo ha dicho que…
De nada y gracias por tus palabras. Mira no sabía eso de la anestesia, voy a indagar un poco al respecto entonces. Gracias por el comentario. Saludos.
Unknown ha dicho que…
Hola que tal, es muy bueno que tengas este sitio y ayudes con información clara a personas que tenemos este problema, ¿has tenido alguna experiencia con láser dental?
Cuarto Mundo ha dicho que…
Gracias por visitar este blog y por tu amable comentario. Fui a un centro odontológico donde utilizaban el láser dental, pero me explicaron que solo lo utilizaban en algunos momentos del proceso de curación o cambio de amalgama, pero que de todas maneras necesitarían usar el torno para poder retirar completamente la amalgama antigua. Así que preferí entonces no atenderme allí, porque el costo iba a ser alto y no podría evitar el estar expuesto al torno.

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