La Hiperacusia con dolor, y la Hiperacusia del sonido fuerte
Cuando el 2006 mi condición auditiva (hiperacusia y tinnitus)
se agravó, pensaba que la hiperacusia siempre implicaba sentir dolor en los oídos (otalgia)* ante la
exposición a ruidos, incluso a volumen normal. Pero tal parece que hay otro
tipo de hiperacusia que causa principalmente, molestia e incomodidad, y si bien puede llegar a producir dolor a veces, este es de diferente tipo y no debilitante.
A continuación comparto la traducción** que realicé del interesante artículo de la audióloga Shelley Witt, publicado en el blog de la Hearing Health Foundation (HHF), donde ella explica con mucha claridad la diferencia entre la hiperacusia con dolor (o dolorosa), y la hiperacusia del sonido fuerte, quedando bastante claro que aquello que vale para una no necesariamente vale para la otra, en términos de cuidados y tratamientos.
Este tipo de hiperacusia con dolor, que también recibe el nombre de algiacusia***, nocicepción auditiva, o dolor inducido por ruido, es el que yo padezco; y por mi experiencia a lo largo de los años con esta condición, puedo corroborar y confirmar lo que afirma la autora en este artículo.
“Lo Que He Aprendido De Mis Pacientes Con
Hiperacusia
Shelley Witt es una audióloga pionera en la
Universidad de Iowa, una de las pocas que ha reconocido las diferencias entre
la hiperacusia del sonido fuerte y la hiperacusia con dolor (o hiperacusia
dolorosa). Aquí ella explica cómo aprendió que la sabiduría común es perjudicial para los pacientes con hiperacusia dolorosa.
Por Shelley Witt, MA, CCC-A
Mientras estudiaba mi
pregrado en psicología, trabajé como niñera para una familia sorda. En ese
momento sabía lo suficiente el lenguaje de señas básico como para
arreglármelas.
Esta familia era
culturalmente sorda y estaba orgullosa de ello, por lo que cuando tuvieron un
nuevo hijo, el anuncio del bebé decía: "Orgullosos de anunciar un niño
sordo de cuarta generación". Esto fue cuando los implantes cocleares
estaban en sus inicios.
Fui niñera para ellos
durante muchos años. Me gustó mucho la familia y la experiencia, la cual me
abrió un mundo nuevo.
Hacia el final de mis días
de niñera, un profesor me habló de un puesto de investigación relacionado con
implantes cocleares. En esta posición estuve expuesta al otro lado de la
sordera: padres con audición normal cuyos hijos nacieron sordos. Observé cómo
muchos de estos padres manejaban la sordera de sus hijos, que era con pena.
He disfrutado de una
variedad de roles a lo largo de mis 30 años de carrera en audiología, pero a
mitad del camino me aburrí y deseé un nuevo y emocionante desafío. Me acerqué a
Richard Tyler, Ph.D., director de la Clínica de Hiperacusia y Tinnitus de la
Universidad de Iowa. Él me preguntó: "¿Estarías interesada en trabajar con
personas con tinnitus y/o hiperacusia?" Todo lo que sabía sobre la
hiperacusia era que se trataba de sensibilidad al sonido. Eso fue hace 16 o 17
años, y había poco conocimiento en esta área.
Descubrí que la terapia de
sonido podía ser útil y fue emocionante porque vi que la gente mejoraba
rápidamente. Comenzando por introducir dispositivos sencillos con ruido de
banda ancha a un volumen muy bajo a la altura del oído, pude con mucho éxito, hacer
que los pacientes alcanzaran niveles de tolerancia al sonido casi normales.
Incluso si no funcionaba, no empeoraban las cosas, razoné, así que en mi
opinión era algo muy obvio.
Me volví arrogante. ¡Esta
era la cosa más fácil de tratar del mundo! ¿Por qué no aprendimos sobre esto en
la escuela de posgrado?
Durante unos años, atendí a
unos 20 pacientes con hiperacusia al año, tratándolos con terapia de sonido y
obteniendo excelentes resultados. Mantuve datos de seguimiento de cinco a diez
años sobre algunos de ellos y les estaba yendo muy bien.
Un Tipo de Dolor Único
La terapia de sonido
funcionó, hasta que dejó de hacerlo. A una paciente, rápidamente le empeoró la
condición.
Pensé: “Espera, ella no tiene hiperacusia. No sé lo que tiene”. A través de esta experiencia aprendí que puede haber diferentes grados de gravedad, y que había estado tratando a personas con hiperacusia del sonido fuerte, quienes informaban que sonidos fuertes y repentinos (como el tintineo de platos, el llanto de bebés y las carcajadas) eran molestos, pero no necesariamente dolorosos. Tampoco fueron debilitantes.
Me enteré de que había muchas personas que
querían ayuda, pero ni siquiera podían llegar a la clínica. Un paciente, a
través de la llamada de un familiar, explicó que no podía venir a verme porque no
era capaz de soportar el ruido del viaje en automóvil.
Ahora, años después,
entiendo que la hiperacusia con dolor es una subcategoría completamente
diferente. Las personas con hiperacusia del sonido fuerte se sienten incómodas
e incluso podrían sentir dolor, pero no les es debilitante. No tienen el mismo
tipo de dolor que las personas con hiperacusia dolorosa, y no tienen recaídas.
Las personas con hiperacusia
del sonido fuerte incluso dicen cosas como: "Cuando voy a la cocina,
simplemente lo aguanto". Las personas con hiperacusia dolorosa no pueden
resistirlo. Me di cuenta de que los pacientes se autoseleccionaban, lo que
significaba que solo veía a aquellos que estaban lo suficientemente bien como
para viajar a la clínica. En el espectro de gravedad, su hiperacusia fue leve o
moderada, en el peor de los casos.
La hiperacusia con dolor es
diferente y existe un tipo de dolor único asociado a ella. Personas de todo el
mundo llaman y su descripción del dolor es inquietantemente similar: un dolor que quema, apuñala, hinca, y que se siente como si alguien
estuviera metiendo atizadores calientes en los oídos. Es muy distinto.
Algunos pacientes con
hiperacusia también tienen tinnitus. Sin embargo, veo personas con hiperacusia del
sonido fuerte pero sin tinnitus. Desafortunadamente para algunas personas, su
hiperacusia mejora con la terapia de sonido, pero terminan con zumbidos en los
oídos. ¿Provocamos el tinnitus con terapia de sonido o habría aparecido por sí
solo? Todavía hay muchas cosas que no sabemos.
Así que he pasado de un
enfoque confiado y arrogante a uno muy cauteloso. Y estoy realizando muchas
escuchas para tratar de comprender este trastorno del oído.
Otra cosa que no entendemos
es la reacción retardada que vemos con la hiperacusia dolorosa. Consulté con un
paciente que tenía hiperacusia del sonido fuerte grave. Fue tratado con éxito
con terapia de sonido, lo que le permitió salir del armario del sótano al que
se había retirado, y luego salir de la casa y entrar al mundo.
Sin embargo, luego comenzó a
informar que, aunque en ese momento podía soportar muchos sonidos ambientales
fuertes, unos días después experimentaría un dolor intenso retardado. Este era
un síntoma nuevo que debía tratar de comprender. Este paciente no regresó al
sótano, pero debido al intenso dolor retardado tuvo que recurrir a
modificaciones en su estilo de vida para controlar el sonido fuera de casa.
Siento que tratamos la hiperacusia del sonido fuerte, pero tal vez se
transformó en hiperacusia del dolor.
Los niveles de disconfort al
ruido o sonido fuerte (LDL por sus siglas en inglés), son una medida que los
médicos suelen utilizar para evaluar la gravedad de la hiperacusia. Los
pacientes están expuestos a múltiples tonos o pitidos en varias frecuencias
diferentes y se les pide que califiquen el volumen de los estímulos en una
escala específica (es decir, muy suave, suave, moderado, moderadamente alto,
etc.), para determinar a qué nivel un sonido se vuelve incómodamente fuerte. No
aprecio esta forma de medición de la prueba.
Es una prueba poco confiable,
que puede variar entre los médicos simplemente según las instrucciones
utilizadas para completar la tarea. También encuentro que la mayoría de las
personas que sufren dolor tienen miedo de hacerse la prueba de LDL, y no los
culpo. También me preocupa que algunas personas con dolor retardado puedan
terminar sufriendo una nueva lesión con una prueba de LDL.
He trabajado con suficientes
pacientes con hiperacusia del sonido fuerte para notar que la terapia de sonido
puede ser muy efectiva. Sin embargo, ese no es el caso con la hiperacusia
dolorosa. Considero que la terapia de sonido puede empeorar las cosas
rápidamente, por lo que sólo puedo concluir que esto debe significar la
presencia de dos subcategorías de hiperacusia muy diferentes.
¿Un Trastorno del Espectro Auditivo?
¿Es este un trastorno del
espectro auditivo? Podría ser.
¿Puede la hiperacusia del sonido
fuerte convertirse en hiperacusia con dolor debido a razones diversas, como una
agresión sonora adicional o un fármaco ototóxico? Tal vez.
Siento que debemos comenzar
a separar estas dos poblaciones de pacientes y estudiarlas, considerando que
tienen patologías subyacentes únicas que requieren enfoques de tratamiento muy
diferentes.
El campo de la hiperacusia
está todavía en su infancia. La información que existe es que la terapia de
sonido es buena y que demasiada protección auditiva es mala. Esa información es
perjudicial para los pacientes con hiperacusia dolorosa.
Los pacientes con
hiperacusia dolorosa no están sobreprotegiendo sus oídos. Ellos están tratando
de sobrevivir. El sonido en realidad activa los receptores del dolor, y eso puede
provocar reacciones catastróficas. Sin una suficiente protección, ellos pueden fácilmente
empeorar.
Como audióloga, ahora sé que
está mal decirles a los pacientes con hiperacusia dolorosa que dejen de usar
tapones u orejeras, o que inicien una terapia de sonido.
Entonces, ¿qué
queda? Modificaciones del estilo de vida. La mayoría
de estas personas ya están haciendo modificaciones porque es la única manera de
pasar el día.
Estas modificaciones
generalmente incluyen insonorizar el hogar, dejar los platos típicos de la
cocina en favor de platos de papel, y usar protección para los oídos en caso de
peligros como los envases de alimentos, etc. Las personas con hiperacusia
dolorosa a menudo se ven obligadas a dejar el trabajo porque simplemente no
pueden manejar el ambiente sonoro, incluso el de una oficina típica. Algo tan
común como que suene un teléfono, es un peligro.
Lo que yo puedo hacer, como
audióloga, es educar a las personas que los rodean y ayudarlos a comprender que
se trata de un trastorno real del oído. La hiperacusia con dolor puede causar
una gran destrucción en las relaciones. Las personas con oídos sanos no lo
creen, no lo entienden y acusan a quienes lo padecen de fingir. La verdad es
que ésta no es una situación psicológica: es una condición real de dolor.
La hiperacusia a menudo
comienza con una sobreexposición al ruido. Dos personas pueden estar en el
mismo ambiente ruidoso y una sale ilesa mientras que la otra sale con pérdida
auditiva, tinnitus, hiperacusia o las tres cosas. Algunos oídos son más
susceptibles que otros, pero susceptibles a qué y cómo, aún no lo sabemos ni
entendemos.
Con las investigaciones
actuales -en su mayor parte gracias a los esfuerzos heroicos del fallecido
Bryan Pollard, quien fundó la organización sin fines de lucro Hyperacusis
Research - estamos comenzando a establecer conexiones a nivel
celular.
Esta es la mayor esperanza que he tenido en todos los años que he estado trabajando con pacientes de tinnitus e hiperacusia.
Ahora mismo, los pacientes saben lo difícil que es vivir con hiperacusia
dolorosa y cuánto sufrimiento conlleva. Nuestra tarea inmediata es aumentar la
conciencia en las comunidades profesionales y clínicas.
Shelley Witt, MA, CCC-A, es audióloga investigadora
en la Universidad de Iowa. La Hearing Health Foundation (Fundación para la
Salud Auditiva) está agradecida de haber tenido una asociación duradera y
continua con Hyperacusis Research, fundada por el fallecido Bryan Pollard, a
través de la cual financiamos las investigaciones más prometedoras sobre
hiperacusia. Sepa más en hhf.org/grants/hyperacusis.”
Para acceder a la publicación original de la HHF en inglés, hacer clic aquí. Y para ir a la publicación en español, ingresar aquí.
* La otalgia hace referencia al dolor en los oídos en general, sea que esté ocasionada por sonido o por otras causas, y sea que responda a una patología en el oído o bien fuera de él.
** Esta traducción es presentada aquí con el debido permiso de la editora del sitio web de la Hearing Health Foundation.
*** Algiacusia es, propiamente, el dolor ocasionado por la percepción del sonido. Este dolor puede ser percibido por personas con hiperacusia, pero también por aquellas con audición normal y que están expuestas a ruidos con intensidades por encima de umbral recomendado, es decir, a niveles de sondo dañinos para el oído.
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