Usando por primera vez los tapones para músicos


Desde que comencé con la hiperacusia y el tinnitus en 1992, a raíz de un trauma acústico en un estudio de grabación (pues soy músico), he venido probando diversos tipos de tapones para los oídos: de silicona blanda con y sin filtro (parecidos estos a los que son para músicos), tapones de espuma normal y blanda, y tapones de silicona blanca (para natación). De todos ellos los que he sentido más convenientes son los tapones de espuma blanda, pues ofrecen una mayor atenuación de los sonidos y además no me generan dolor en el canal auditivo al tenerlos puesto durante varias horas.


Tras ese accidente acústico, mi condición se mantuvo en un nivel moderado hasta que, a raíz de otro trauma acústico, el 2006 se agravó, obligándome a iniciar un encierro prolongado en mi casa. En ese momento tuve que buscar los tapones de espuma blanda con la mayor atenuación posible, por aquel entonces de 29 dB (NRR), además de comenzar a utilizar orejeras que ofrecían 30 dB de atenuación (NRR). Estos tapones al bloquear muy herméticamente, hacen que lo que se escucha suene bastante apagado, perdiéndose muchos detalles de los sonidos que llegan al oído (sobre todo en las frecuencias agudas y medias). Dado que en ese estado de severidad no me era posible escuchar música ni tocar ningún instrumento, no tenía urgencia ni necesidad de percibir los sonidos musicales con tanta claridad. Esa fue la razón por la que no llegué a probar con tapones para músicos, pues, si bien estos permiten escuchar mucho mejor los sonidos (pues utilizan filtros especiales que bloquean selectivamente las frecuencias de sonido), suelen ofrecer un nivel de atenuación más bajo.


Luego de casi 4 años de encierro y aislamiento en mi casa, el 2010 logré mudarme a un lugar más tranquilo, y desde ese momento, poco a poco comencé a recuperarme y a regresar a un nivel moderado en mi condición. En el 2018 pude retomar algunas actividades musicales, y en el 2023 volví a participar, después de muchos años, en una presentación en vivo. Otras presentaciones se sucedieron después de manera espaciada, en el 2024 y este año 2025.




Este año y desde hace aproximadamente un mes, decidí probar con tapones para músicos, llamados también hi-fi. Conseguí los que se muestran en la imagen de arriba, que son de la marca Alpine, que vienen con tres filtros que atenúan 22 dB, 19 dB y 16 dB SNR, respetivamente (lo cual en NRR vendría a ser aprox. 19.4, 18.5, y 11.1 dB). Con estos tapones el sonido general (no solo de la música), es mucho más claro, ya puedo percibir mejor ciertas frecuencias agudas que antes, o las sentía muy lejanas o no las sentía en absoluto. Muchos detalles en la música, como sonidos de instrumentos y arreglos musicales que antes no notaba, ahora si los puedo oír, y puedo percibir la música con más plenitud y en toda su riqueza.  También logro entender mejor lo que las conversaciones, pues antes, al usar los tapones de espuma suave que atenúan todas las frecuencias de sonido, no llegaba a distinguir con claridad lo que me estaban diciendo.


Estos tapones los he venido utilizando para dictar clases de guitarra online. Comencé probando con los filtros que ofrecen mayor atenuación, y luego pasé a los de atenuación intermedia, y pues no he tenido ningún problema. Escucho mejor la voz de los alumnos (distingo mejor lo que me dicen), y también el sonido de los instrumentos.  Solo una vez sentí algo de malestar durante la clase, y algo de dolor después, pero fue pasajero. Creo que eso se debió a que no me los había colocado adecuadamente, sin introducirlos lo necesario.


Me falta aún probarlos cuando tenga que realizar alguna presentación, e imagino que para ese momento tendré que utilizar además orejeras, como lo he venido haciendo hasta ahora con los tapones de espuma.



 

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