Un luchador contra la Hiperacusia

 

David Vance. Fuente: Hearing Health Foundation



David Vance, un canadiense ex cantante de rap, ha enfrentado situaciones de salud muy difíciles desde el año 2017. Primero un linfoma (un tipo de cáncer a la sangre), y luego la aparición del Tinnitus y la Hiperacusia dolorosa. Superó con éxito el cáncer, pero su condición auditiva actual es lo que le ha terminado imponiendo un mayor reto. Y, si bien utiliza protección auditiva las 24 horas al día, durante los 7 días de la semana, su actitud frente a esta situación de salud es muy positiva y alentadora.


A continuación les comparto su historia, publicada originalmente en la página web de la Hearing Health Foundation*.

 

 

“DE SOBREVIVIENTE DEL CANCER A LUCHADOR CONTRA LA HIPERACUSIA

 

Por David Vance

 

En el 2017 me diagnosticaron linfoma, un tipo de cáncer a la sangre, y me sometí a quimioterapia y radiación durante seis meses. Cuando ya habían pasado tres cuartas partes de la radiación, noté que mis oídos comenzaron a tener un zumbido leve que no desaparecía. Cuando trabajé como músico durante años, rapeando, salía de los eventos con los oídos zumbando por la música fuerte. Al despertar al día siguiente, todo había desaparecido, pero esta vez no fue el caso.

 

Después de mi tratamiento contra el cáncer, volví al trabajo como mesero, y después de unas semanas, las conversaciones en el restaurante eran fuertes y el tintineo de los platos resultaba molesto. Fui a un médico para verificar si había una infección en el oído y me dijeron que sí, que tenía una infección allí.

 

Pero nunca desapareció, ni siquiera con antibióticos. Esto me dejó sin idea de lo que estaba pasando.

 

Fui a ver a otro médico y me dijeron que no tenía ninguna infección, pero que tal vez la razón por la que me zumbaban los oídos y era sensible a los sonidos se debía a que tenía una disfunción de la ATM (articulación temporomandibular).

 

Encontré un especialista y me evaluó. Después de hacerme una resonancia magnética, el médico me dijo que las articulaciones de mi mandíbula estaban ligeramente desviadas. Me recetó medicamentos para relajar los músculos de la cara, y ver si me ayudaban. La medicación funcionó, borrando todo por completo-solo para que todo volviera a aparecer dos semanas después.

 

Me trasladé a la parte más tranquila del restaurante, el puesto de los anfitriones, para continuar con mi trabajo. Después de nueve meses de esforzarme, no di más, y esa (en 2019), fue la última vez que trabajé en un empleo físico.

 

Todavía no tenía ni idea de lo que me estaba pasando. Los médicos dijeron que mis síntomas auditivos estaban presentes porque las articulaciones de mi mandíbula estaban desalineadas, y debido a la quimioterapia.

 

Busqué en Internet y encontré a personas que pasaban por lo mismo. Aparentemente, lo que tengo es hiperacusia con dolor y tinnitus reactivo. Me duelen los sonidos cotidianos. El dolor puede ser ardiente, intenso, punzante, etc.

 

Casi todos los sonidos también desencadenan mi tinnitus. Y luego leí que no había cura para ninguno de los dos. Encontré una organización en línea, Hyperacusis Research, y comencé a leer algunas de las historias de los pacientes en su sitio web, y finalmente encontré a personas como yo.  

 

Mi familia no entendía lo que estaba pasando. Era una persona confinada y lo sigo siendo hasta el día de hoy. Estuve buscando más información en línea, pero no pude encontrarla. Quería transmitir en detalle, a todos los que me rodeaban, lo que estaba sucediendo.

 

Así que comencé mi propia campaña de concientización para ayudar a explicarlo. Incluso los medios de comunicación se pusieron en contacto conmigo para hacerme entrevistas. Sin dudarlo, accedí a participar para tratar de dar a conocer mejor esas condiciones auditivas, a mayor escala, como en un podcast de NPR.

 

Superar el cáncer fue difícil. Mi oncólogo me aseguró que podía seguir llevando una vida saludable después del tratamiento, ya que era joven, tenía 35 años. Pero para mí, el cáncer fue pan comido en comparación con la hiperacusia y el tinnitus.

 

Pude vivir mi vida en un 90 por ciento mientras lidiaba con el linfoma, pero con la hiperacusia y el tinnitus, incluso los sonidos del agua de la bañera me hacen recaer y pueden causarme más daño permanente. Estoy encerrado entre cuatro paredes por el sonido, lo cual no es la forma de vivir.  

 

Para sobrellevar la situación, utilizo la meditación a fin de mantenerme con los pies en la tierra, olvidarme del ayer, olvidarme del mañana e intentar vivir cada momento lo mejor que puedo. Así, cuando mi cabeza toca la almohada cada noche, el día ha sido un éxito.

 

 

  “David escribió este poema para el presente artículo.” 



Hago meditaciones guiadas en YouTube, utilizando los subtítulos y sin sonido. Estos son dos de mis favoritos: Healing Chronic Pain (Sanando el Dolor Crónico) y Clarity & Guidance (Claridad y Orientación). (En ambos videos está disponible el subtitulado en español a través de la función “Traducción automática”).

 

También hago meditación para la ansiedad, en silencio y con los ojos cerrados, sentado en una posición cómoda. Identifico por qué tengo ansiedad ("Me duelen los oídos"). Mi opinión al respecto ("No es divertido"). La historia que lo rodea ("Tuve una llamada telefónica durante demasiado tiempo, con sonido"). El siguiente paso ("Descansar el resto del día/semana/el tiempo que me lleve sentirme mejor").

 

Como ya no puedo rapear, también escribo poesía, y esto me da un sentido de propósito y me ayuda a mantenerme creativo y liberar mis emociones.


Mientras trabajo para crear conciencia, como con esta historia, lo que me ayuda a mantener el impulso es la retroalimentación positiva de otros pacientes, de sus familias y de amigos. Saber que sigo haciendo algo bueno en este mundo me reconforta el corazón, y va en ambos sentidos, ya que hablar con otros que sufren también me ayuda a salir adelante, a saber que no estoy solo.

 

También me recuerdo a mí mismo que durante los últimos seis años y medio, he superado cada día desafiante. Uso orejeras y tapones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ya que cada sonido me causa dolor y corre el riesgo de empeorar tanto mi hiperacusia como mi tinnitus. El tiempo y la tranquilidad sanan.

 

El camino no ha sido fácil. Tener hiperacusia y tinnitus me ha enseñado que cada ser humano en la tierra tiene una misión diferente. Algunas personas tienen las cosas más fáciles, otras más difíciles. Todos estamos en nuestros propios caminos únicos. Estas son las cartas que me han tocado, y trato de trabajar con ellas todos los días, lo mejor que puedo. “

 

Para leer el artículo original hacer clic aquí (al ingresar al enlace, desplazarse hacia abajo para ver la versión en español).


* Esta traducción es presentada aquí con el debido permiso de la editora del sitio web de la Hearing Health Foundation. 

 

 

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