El inicio del "infierno" - 2/3
La hiperacusia
La sensibilidad a los ruidos y sonidos en general se mantuvo en un nivel bien elevado, por lo que traté de protegerme de alguna manera, sobre todo con tapones de espuma. Los protectores los usaba durante todo el día porque en la casa en que vivía (3º piso) siempre se escuchaban sonidos fuertes e imprevistos, provenientes de los primeros pisos, donde viven mis hermanos, pero también provenientes de la calle y de los vecinos. Además el constante tráfico aéreo existente, complicaba más la situación.
En las noches también utilizaba protectores porque mi dormitorio estaba en la parte trasera de la casa que da a una avenida, por donde circulan a veces en las madrugadas, ambulancias o autos produciendo sonidos fuertes y ruidos excesivos.
Sin embargo, a pesar de estar con protectores todo el tiempo, igual habían ruidos que llegaban a molestarme, por lo que tenía que estar constantemente escapando de ellos.
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