Niveles de severidad en la Hiperacusia
A continuación se incluye una descripción sobre las 4 categorías o niveles de severidad que se pueden presentar en la Hiperacusia:
Categoría 1
La hiperacusia tiene poco impacto en la vida del paciente. Los sonidos que alcanzan los 80-85 o más decibeles requieren protección solo porque el paciente siente que tiene sensibilidad auditiva o que ello podría dañar su audición. Este paciente podría también sentirse inclinado a proteger sus oídos en ambientes ruidosos porque el tinnitus (zumbido en los oídos) es notorio luego de una prolongada exposición sonora. El paciente podría además experimentar algún grado de fatiga después de una prolongada exposición y sentir una ligera presión o sensación de plenitud en sus oídos cuando los sonidos están cerca o por encima de los 85 decibeles.
Categoría 2
La hiperacusia impacta de manera moderada la vida del paciente. Sonidos a 65 o más decibeles (el hablar/la conversación normal) son percibidos como altos. El ruido de la vida cotidiana comienza a cambiar. El paciente busca ambientes con sonidos controlados y comienza a interpretar todos los eventos cotidianos en términos del ruido que potencialmente se podrían producir. La misofonía (desagrado por el sonido) o fonofobia (miedo al ruido) podrían convertirse en un problema. Una sensación de plenitud en los oídos y/o ardor (calentura) por momentos, es sentida por el paciente. Es crucial que el paciente busque la ayuda de un médico especialista en audición calificado, que ofrezca y administre una terapia de reentrenamiento sonoro (TRT – Terapia de Reentrenamiento al Tinnitus). El especialista establecerá los Niveles de Incomodidad al Ruido (NIR’s) del paciente y prescribirá un protocolo para restablecer su tolerancia sonora.
Categoría 3
La hiperacusia es un problema significativo. Sonidos a 50 o más decibeles (ruido de fondo/música suave) son percibidos como demasiado altos. La vida cotidiana es muy difícil y la conversación normal resulta demasiado alta. Los pacientes buscan aislarse no solo porque buscan hacer frente a su tolerancia colapsada al sonido, sino también porque son muy susceptibles a padecer de fonofobia (miedo a ruido). El paciente busca ambientes con sonidos controlados y comienza a interpretar todos los eventos cotidianos en términos del ruido que potencialmente se podrían producir. El paciente adopta una tendencia a utilizar demasiado la protección auditiva, lo cual tenderá a hacer sus oídos aún más sensibles al sonido. Una sensación de plenitud en los oídos y/o ardor (calentura) se vuelve muy pronunciada. Al final del día los pacientes están exhaustos por el sonido que han tenido que aguantar tratando de sobrevivir en sus rutinas diarias normales. Es crucial que el paciente busque ayuda de un médico especialista en audición calificado, que ofrezca y administre una terapia de reentrenamiento sonora (TRT – Terapia de Reentrenamiento al Tinnitus). El especialista establecerá los Niveles de Incomodidad al Ruido (NIR’s) del paciente y prescribirá un protocolo para restablecer su tolerancia sonora. Ansiedad, falta de sueño, y dolor en los oídos son comunes y deben ser tratados de manera adicional a la terapia de reentrenamiento sonoro (TRT), para que el paciente se recupere. Algunos pacientes necesitan ayuda de corto período, a través del uso de medicación, para lograr dormir.
Categoría 4
La hiperacusia está a un nivel crítico. Sonidos debajo o muy por debajo de los 50 decibeles (susurro) son percibidos como muy altos. La vida diaria habitual no es posible. El paciente permanece aislado y apenas está en capacidad de comunicarse, porque no puede incluso tolerar el sonido de su propia voz. Hablar con otros, conversar por teléfono, escuchar la televisión, el agua corriendo, e incluso el sonido del viento en la calle es abrumador para el paciente. Si la categoría 4 de hiperacusia severa aparece repentinamente, el mundo del paciente se pone boca abajo. Es difícil para él inclusive, vivir con su familia (particularmente si hay niños pequeños). La voz de las mujeres es frecuentemente difícil de tolerar porque el tono de sus voces está a una frecuencia más alta que la de los hombres. Algunos pacientes con este nivel severo podrían ser capaces de arrojar resultados de audiogramas que demuestren que ellos pueden oír a niveles negativos de decibeles (por debajo de cero). Ansiedad, falta de sueño, fuerte dolor en los oídos, y fonofobia son problemas comunes debido a la tolerancia severamente colapsada al sonido. Consideraciones especiales (además de la terapia de sonido), son necesarias para ayudar al paciente en crisis, de tal manera que pueda recobrar lentamente su tolerancia sonora. La ansiedad y la privación del sueño deben ser tratadas agresivamente por el médico especialista para que el paciente pueda estar motivado a iniciar la terapia de reentrenamiento sonoro. A pesar de que la medicación es generalmente evitada en los pacientes con hiperacusia, podría ser absolutamente necesaria en una base de tiempo corta, para permitir que el paciente finalmente descanse en la noche, reduzca su nivel de ansiedad por hacer frente a la acometida de todos los sonidos presentes diariamente, y vea que hay una luz al final del túnel. Esto es crucial para los pacientes en crisis. *
* Texto extraido y traducido de la página web The Hyperacusis Network (sección “Categories of Hyperacusis”), con la debida autorización de su autor y editor.
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