Fotografía de un resurgimiento tras la Hiperacusia y el Tinnitus

    © Raffaela Bicego


En esta oportunidad me complace compartir con Uds. la historia de Raffaela, una amiga italiana, fotógrafa, que desde hace unos años vive con hiperacusia y tinnitus causados por trauma acústico, y que con el tiempo ha sabido enfrentar con mucha valentía y optimismo su condición auditiva.

Lo que les dejo a continuación es el texto traducido al español, de aquello que ella publicó en su página web el pasado 10 de mayo (2019)*:


” Hiper ... ¿Qué? !

‘La cámara es un silenciador: la 
fotografía es una mirada al mundo completamente privada de sonido’.
(John Biguenet,  Elogio del silencio )


Hoy es un ‘aniversario’ especial. He estado hiperacúsica durante exactamente 5 años. Hiper ... ¿qué?! Te preguntarás. Lo sé, ni siquiera yo sabía de la existencia de este término antes de vivir esta condición en carne propia.

Por encima de un cierto umbral de intensidad (N.D.R. Nivel de Disconfort al Ruido), en mi caso bastante bajo, ya que sufro -desafortunadamente- de hiperacusia severa, percibo el sonido de una manera dolorosa. Muchos lugares públicos y contextos sociales se han vuelto off-limits (fuera de mi alcance), debido al ruido o los altos volúmenes. Uso orejeras y tapones a medida como remedios de emergencia. Si bloqueo lo que percibo con estos dispositivos, siento mi tinnitus amplificado y me cuesta dialogar con la gente. El aislamiento acústico del ruido de fondo también envuelve las voces externas en un efecto apagado (sordo), mientras que mi voz se vuelve muy fuerte. El uso de protecciones debe mantenerse al mínimo también para no frustrar los efectos de la terapia TRT en el tratamiento de estos trastornos.

Después de haber aprendido que sonido = posible peligro y dolor, me muevo con la precaución de alguien que se quemó con fuego y no quiere repetir la experiencia. Por ejemplo, si tengo que ir a un restaurante, llamo para averiguar si hay una mesa sin parlantes cerca y sin mesas ruidosas al lado, y para asegurarme de que la música se mantenga a un volumen bajo. En estos años he alcanzado un buen grado de experiencia, seguridad en mi misma y coraje en el manejo de las situaciones, y al evaluar lo que puedo o no puedo tolerar, pero el camino hacia la mejoría es inevitablemente gradual, y las ‘recaídas’ son inevitables.


A pesar de todos los controles que creemos que podemos ejercer, la vida se burla de nuestras precauciones y simplemente sucede, con todas sus circunstancias imprevistas.


No creo que sea difícil imaginar el impacto que esto ha tenido en mi vida social, en mi trabajo y en mis relaciones. El hecho de que sea un síntoma invisible y poco común no ayuda ciertamente a comprender fácilmente el trastorno. El porcentaje de personas hiperacúsicas detectadas en Italia es aún pequeño, quizás también debido a diagnósticos tardíos y a los pocos centros disponibles, y adecuadamente equipados, para tratar estos casos. En Italia, esta sintomatología no se encuentra entre los trastornos considerados inválidos, a diferencia de la hipoacusia. En otros países, como los Estados Unidos y el Perú, sé que el aspecto discapacitante ha sido reconocido por las autoridades sanitarias en algunos casos.

Creo que los desafíos vienen a ponernos a prueba, a hacernos reaccionar, porque tenemos que tomar medidas que requieren coraje y fortaleza. Y estoy convencida de que nada viene por casualidad. Durante mucho tiempo me pregunté si divulgaría o no esta información en el Blog, pero después de 5 años me queda claro que no se trata de un accesorio o algo por lo que pueda volar con indiferencia.. Es parte integral de mí, de mis opciones y de mi camino. Este ‘aniversario’ me pareció la oportunidad correcta para difundir la toma de consciencia sobre un tema ignorado, y quizás para apoyar a alguien que se encuentra en la misma situación y se siente abandonado o asustado porque no tiene los medios para entender lo que le está sucediendo. Espero que esto que estoy compartiendo pueda ser de estímulo y de inspiración para aquellos que experimentan un momento de dificultad o atraviesan un cambio profundo, entre la incertidumbre y el estupor.

Este aspecto de mi vida, sin duda, está estrechamente vinculado a mi carrera profesional. ¿Me hubiera dedicado a la fotografía con tanto fervor si nada de esto hubiera sucedido? ¿Me hubiera enamorado de la fotografía de retrato? ¿Habría buscado esta forma particular de expresión e interacción con los demás si no hubiera vivido lo que he vivido? No podemos saberlo con certeza, pero en mi corazón siento que este "sacudida" interior, traumática ciertamente, me ha cambiado profundamente.


Nuestras experiencias personales más profundas nos enriquecen y nos diferencian de los demás.


Y como el arte del kintsugi nos enseña, cuando reparamos, embelleciendo, a las ‘fracturas’ que nos hicieron sufrir, terminamos agregando belleza y valor inesperados a lo que pensábamos que estaba estropeado.


‘Hay una grieta en todo. Y por ahí es donde entra la luz ‘. “
(Leonard Cohen)




* este texto ha sido traducido e incluido aquí con la debida autorización de la autora.


Para acceder al post original de Raffaela, ingresar a: 


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  Raffaela Bicego Photography

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