Esto es lo que hago para enfrentar una recaída en la Hiperacusia



Durante los muchos años que llevo con la hiperacusia, las estrategias o medidas que he tomado para hacer frente a una recaída por exposición a ruidos fuertes han sido muchas, algunas más fáciles que otras, algunas más rápidas que otras, y algunas más radicales que otras también. Ha dependido mucho del estado de mi hiperacusia, y de la intensidad de la exposición.

Lo que les voy a comentar aquí es lo que suelo hacer actualmente, que mi condición ha pasado de ser severa a tornarse más moderada.


Tras sufrir una sobrexposición a ruidos intensos, me puede sobrevenir dolor de oídos y/o de cabeza*, ya sea inmediatamente, a las pocas horas o incluso recién al día siguiente, todo esto acompañado de un aumento de la sensibilidad auditiva. Ante este escenario lo que hago es lo siguiente:


1° permanecer el mayor tiempo posible en casa

2° dentro de la casa, reducir el tiempo de exposición a los sonidos en general, incluso a aquellos medianamente fuertes. Reducción que aplico sobre todo en aquello que puedo manejar, es decir en las actividades que no me requieren u obligan a una exposición muy prolongada. En estos casos me mantengo con tapones no tan herméticos.

3° en aquellas actividades que sí me exigen mayor exposición, como por ejemplo lavar el servicio de la cocina (platos, cubiertos, tazas, etc.), lo que hago es protegerme con tapones más herméticos, e incluso con orejeras si fuera necesario, para lograr que así vaya bajando la inflamación que puedan estar experimentando mis oídos. 

Sucede que cuando estoy en este estado, muchos sonidos, incluso algunos muy bajos, me activan o acentúan el dolor y hacen además que aparezca continuamente durante el día retardando la recuperación. Los sonidos fuertes sí me empeoran el malestar mucho y alargan aún más el proceso. 

Para evitar esto entonces, protejo los oídos en las actividades algo largas y que ya sé que por el ruido que producen me van a generar dolor.

Este tipo de protección la utilizo también si en caso tengo que salir inevitablemente a la calle, cerca de la casa, por ejemplo para comprar algo en la bodega.

4° luego de un día o dos habiendo estado con esta sobreprotección, y ya no sintiendo dolor (el de oídos suele pasar más rápido que el de cabeza) por un período continuo y algo prolongado, comienzo entonces a desprotegerme poco a poco. Primero prescindiendo de las orejeras.

5° si siento que no hay respuesta con dolor, voy entonces normalizando mis actividades y mi exposición habitual. En estos momentos comienzo a jugar (probar) con los distintos tipos de tapones que tengo, pues como me ofrecen diferente grado de protección me permiten adecuarlos según cada situación (ver una descripción detallada de este uso aquí). De esta manera, poco a poco, logro reinsertarme a los niveles de ruido que suelo tolerar. 


Algo a destacar aquí es que mi indicador de la recaída no es solo el aumento de la sensibilidad auditiva, y la aparición del dolor, sino también el cambio en la intensidad del tinnitus, pues si aumenta es para mí un indicativo de que los oídos están particularmente sensibles por efecto de algún ruido reciente.

En mi caso, felizmente, el dolor suele pasar rápido porque trato de tomar medidas inmediatas. Pero a veces, si el sonido ha sido muy incisivo y por mucho tiempo, el dolor y la sensibilidad pueden perdurar por varios días.

Es bien sabido (y realmente recomendable), que los pacientes de hiperacusia solo debemos protegernos en situaciones donde haya ruido intenso, para así evitar que la sensibilidad aumente. En mi caso sin embargo esta recomendación no la puedo aplicar del todo, debido a que en Lima (Perú) la contaminación sonora es muy alta, como consecuencia principalmente de las malas costumbres de los conductores, tanto públicos como privados, que vuelven impredecible la aparición de sonidos estridentes. Donde vivo actualmente (bastante cerca a una avenida), esos ruidos también me alcanzan en cierta medida. Lo que hago para contrarrestar el efecto perjudicial de la sobreprotección es utilizar diversos tipos de tapones, como ya lo mencioné más arriba, algunos más ligeros y otros más herméticos.


* como es de imaginar, cuando el dolor permanece durante toda la noche y/o durante todo el día es señal de que el efecto del ruido ha sido bastante fuerte.

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