El inicio del "infierno" - 1/3

Regresé al Perú bastante repuesto. Mi sensibilidad y el zumbido se habían reducido considerablemente. Sin embargo, al año siguiente tras otro impacto sonoro bastante fuerte producido esta vez en casa, el zumbido se hizo otra vez notorio y comencé a tener nuevamente algunos problemas de sensibilidad.

En el 2006 tras continuas e inesperadas exposiciones a ruidos altos producto de mi actividad musical, y debido al excesivo ruido en las calles producto del caótico y desordenado tráfico limeño, mi situación empeoró llegando en solo 7 meses a un nivel severo.

En Noviembre de ese mismo año, ante mi incapacidad para soportar los sonidos de la calle, inicié un encierro en casa con un nivel muy avanzado de hiperacusia y acúfenos (o tinnitus), que se fue acentuando aún más conforme pasaban los días. Ese encierro significó el inicio del “infierno” que paso a describir:

Los acúfenos

Mientras esperaba encontrar algún especialista que me pudiera ayudar a mejorar, tuve que sobrellevar el elevado nivel del zumbido a los oídos que se manifestaban con sonidos similares a un silbido común, a un motor o generador eléctrico, a la bocina de un auto, al sonido de campanas, al ruido blanco, etc. Dos o tres de estos sonidos, por lo general se presentaban simultáneos; algunos de ellos eran constantes, otros intermitentes.

Fueron apareciendo también una especie de latidos que acompañaban al zumbido en el oído izquierdo; todo lo cual se acentuaba cuando inclinaba la cabeza ligeramente.

Además cuando agachaba totalmente la cabeza, aparecía un ring en ambos oídos, que era muy aparte del zumbido habitual.


Enlaces relacionados:
- El inicio del "infierno" - 2/3
- El inicio del "infierno" - 3/3

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